Con más de 120 años en el mercado, los míticos tarros Weck son el sistema de elaboración de conservas caseras más popular de Europa.
Aunque la finalidad original con la que se idearon estos botes de vidrio era la elaboración de conservas domésticas de un modo sencillo y seguro, la versatilidad de sus materiales, su disponibilidad en múltiples formas y tamaños, y su atractivo diseño, han hecho que sus posibles usos sólo estén limitados por nuestra imaginación
Tarros Weck: mucho más que un sistema para la elaboración de conservas
Así, los tarros herméticos Weck pueden ser utilizados para elaborar conservas caseras, pero también para almacenar alimentos en nuestro frigorífico o en nuestra despensa, para cocinar alimentos, para presentar nuestros platos favoritos, e incluso para guardar y mantener organizados todo tipo de materiales.
La empresa J. Weck Company fue fundada en el año 1895 en Oflingen, Alemania por Johann Carl Weck. Sin embargo, no fue Johann Weck el auténtico inventor de los míticos tarros de cristal que llevan su nombre.
La historia de estos tarros de conserva se remonta al año 1892, cuando un químico alemán llamado Rudolf Rempel patentó un sistema de frascos de vidrio que permitía la conservación casera de alimentos. Este sistema consistía en un recipiente de vidrio, una junta de caucho y una tapa metálica, además de un mecanismo que permitía mantener los tarros cerrados durante su esterilización.
El sistema de Rempel llamó poderosamente la atención de Weck. ¿El motivo? Weck era abstemio y un vegetariano convencido, y este sistema le permitía elaborar conservas domésticas de vegetales sin la utilización del alcohol que tanto denostaba.
Johann Carl Weck. Fuente: Wikipedia
Weck adquirió la patente de Rempel en 1895 y enseguida comenzó a comercializar los recipientes fabricados por él mismo, iniciando su exportación en el año 1902, y convirtiendo así a los tarros de cristal Weck en un referente de la elaboración casera de conservas en todo el mundo. Su característico logo en forma de fresa grabado en el vidrio nos acompaña desde hace más de un siglo y se ha convertido en un referente de calidad.
En Alemania, la popularización de estos tarros ha sido tan grande que han dejado su impronta en el idioma, y aún hoy en día la palabra “einwecken” significa “poner en conserva”.
Los frascos de vidrio Weck constan de cuatro elementos:
Los cuatro elementos de los tarros Weck: contenedor, tapa, junta y presillas
Aunque son muchos los diferentes usos que se les puede dar a estos botes de cocina, fueron originalmente concebidos para la elaboración de conservas domésticas.
El mecanismo mediante el cual funcionan los tarros Weck se basa en dos principios:
La degradación de los alimentos se produce por la actividad de microorganismos presentes de forma natural en los propios alimentos y en el ambiente (como bacterias y hongos). Al envasar los alimentos en los tarros Weck y someterlos a una temperatura elevada durante un cierto tiempo, los microorganismos que hay en su interior son eliminados, o su número se reduce drásticamente.
Generalmente este tratamiento térmico se aplica sumergiendo los tarros en un baño de agua hirviendo, en una olla a presión o en un autoclave.
Durante el calentamiento de los tarros, estos se encuentran herméticamente cerrados gracias al uso de una junta de goma y dos ganchos o presillas metálicas que mantienen la tapa y el contenedor firmemente unidos.
A medida que aumenta la temperatura de los tarros, la presión en su interior también se incrementa, lo cual provoca que parte del aire, e incluso pequeñas cantidades de alimento, sean expulsadas al exterior. Sin embargo, el agua del baño no penetra en el tarro, ya que la diferencia de presión provoca que la junta actúe como una válvula antirretorno, permitiendo la salida de gases pero no la entrada del líquido exterior.
Al sacar los recipientes del baño debemos mantener las presillas puestas hasta que se hayan enfriado completamente, pero una vez los tarros estén fríos, estas presillas se deben retirar. La finalidad de las presillas es mantener la tapa cerrada durante el procesado de los tarros, pero después ya no son necesarias, pues la diferencia de presión que se ha creado en los tarros los mantendrá cerrados herméticamente sin necesidad de ningún mecanismo adicional.
En el siguiente vídeo puedes ver todo el proceso de elaboración de una conserva casera con tarros Weck.
Una vez retiradas las presillas, es muy sencillo comprobar si nuestros botes se han sellado correctamente. Basta con observar la lengüeta de la junta de caucho. En un tarro correctamente sellado la diferencia de presión comprimirá la junta, y su lengüeta apuntará hacia abajo, mientras que si el sellado es incorrecto permanecerá en posición horizontal. Esto nos permitirá inspeccionar visualmente las conservas de nuestra despensa y saber de un vistazo si alguno de nuestros tarros se ha echado a perder.
Otra forma de comprobar la correcta estanqueidad de los tarros consiste en intentar levantar el tarro sosteniéndolo por su tapa: si el sellado es correcto, el vacío que se ha creado en su interior mantendrá la tapa firmemente unida al tarro y no se separará.
En un tarro Weck correctamente sellado la lengüeta apuntará hacia abajo
Este es el motivo por el cual es importante retirar los clips metálicos una vez hayamos elaborado nuestras conservas. Si no los retiramos, los clips continuarán ejerciendo presión sobre la tapa y no tendremos forma de saber si el bote se mantiene correctamente sellado.
Si la tapa está firmemente adherida al tarro ¿cómo podemos abrirlo? Muy sencillo, basta con tirar ligeramente de la lengüeta hacia afuera, la arandela de caucho se estirará y permitirá la entrada de aire con un característico sonido: ¡psssst! Al igualarse la presión entre el exterior y el interior del tarro, la tapa se podrá retirar fácilmente.
En todo caso, nunca debemos intentar abrir un tarro Weck aplicando la fuerza, o introduciendo algún objeto -como un cuchillo- entre la tapa y la junta, pues muy probablemente dañaremos el tarro o, peor, a nosotros mismos.
Los posibles usos de estos versátiles tarros son infinitos. Para que te puedas hacer una idea te invitamos a que veas los siguientes vídeos, donde se muestra cómo hornear un muffin y cómo cocinar en el microondas con tarros Weck.
Actualmente Weck comercializa las siguientes colecciones de tarros de vidrio:
Tarros Weck, colección Mold: ideales para desmoldar
Los tarros de la colección mold tienen un diseño característico, con paredes rectas y un diámetro ligeramente mayor en la boca que en el fondo, de modo que permiten un fácil desmoldado de su contenido.
Estos tarros resultan ideales para la elaboración de flanes y otros platos desmoldables, aunque su diseño minimalista también los hace muy adecuados para la presentación de platos, como cremas, gazpachos, postres en vaso...
Están disponibles en capacidades desde los 35 hasta los 850 ml con diámetros de boca entre 40 y 100mm.
Tarros Weck, colección Deli: ergonómicos y muy cómodos de agarrar
Con su característica forma ergonómica, los tarros Weck de la colección Deli son muy cómodos de agarrar, de modo que resultan ideales como vasos de zumo o batidos, como contenedores de especias o simplemente como elemento decorativo en nuestra despensa. Están disponibles en capacidades de entre 100 y 700ml, y presentan diámetros de boca entre 40 y 80mm.
Tarros Weck Deli, con su característica forma de tulipa
Los botes de esta colección tienen forma de tulipa. El recipiente más pequeño tiene una capacidad de 220ml y resulta ideal para la elaboración de yogur casero, los tarros medianos son muy utilizados para la elaboración de mermeladas y todo tipo de conservas vegetales, mientras que el modelo grande es el tarro de mayor capacidad del catálogo de Weck, con un volumen de 2700ml.
Los tarros Weck Deco son los que mantienen una línea más clásica
La colección Deco es la que mantiene un estilo más clásico, con una bella forma de bulbo y capacidades que oscilan entre los 220ml y algo más de un litro, y diámetros de boca de 60, 80 y 100ml.
Son tarros ideales para dar un toque vintage a nuestra despensa.
Tarros Weck, colección Juice: ideales para la conservación y presentación de líquidos
Los tarros de la colección Juice tienen forma de botella, y resultan ideales para el almacenamiento, conservación y presentación de todo tipo de líquidos: zumos, leche, sangría, aceites aromatizados…
Tarros Weck, colección Cylindrical: ideales para la elaboración de todo tipo de conservas
Se trata de recipientes de forma cilíndrica, con capacidades entre los 340ml y algo más de litro y medio. Resultan ideales para elaborar conservas de todo tipo, especialmente cuando se necesitan formatos de envase alargados, como es el caso de muchas conservas vegetales, como los espárragos.
Otra de las ventajas de utilizar tarros Weck es la facilidad para encontrar piezas de repuesto para sus principales elementos. Así, es posible reponer las tapas de vidrio, las arandelas de caucho para cualquiera de sus medidas (40, 60, 80, 100 o 120mm) o los clips de cierre de acero inoxidable.
Por otra parte, Weck fabrica una amplia gama de accesorios, como:
Algunos de los repuestos y accesorios originales Weck disponibles en el mercado
Dada su popularidad, es relativamente sencillo encontrar estos tarros de vidrio a la venta en tiendas especializadas.
Y, por supuesto, también los puedes encontrar en Amazon a muy buen precio:
Y recuerda: los auténticos tarros Weck tienen grabado en el vidrio su característico logotipo con forma de fresa.
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